Facebook sale a la Bolsa y decepciona en su arranque. Para los accionistas del gigante, se traduce en más millones que se multiplican según la estrategia que tome en futuro la empresa.
Pero para los usuarios, en cambio, ¿en qué nos afectará exactamente? Para empezar, la empresa necesitará cada vez más la presencia de inversionistas y eso se puede traducir en una publicidad más agresiva de la que existe ahora con los ads.
Además, visto la cantidad de usuarios que ha podido acaparar, y la necesidad de muchos de hacerse notar, podría especular con los precios de visibilidad de los feeds, en parte se podría privatizar el servicio, siempre de forma que "el usuario toma sus propias decisiones". Y es aquí donde empieza el juego de la publicidad que tenemos en nuestras calles, donde nosotros "decidimos" cuál shampoo usar a pesar de que la publicidad nos asegura que con éste podremos tener rizos perfectos y con este otro cabelleras con más volumen; un mundo cuyos políticos obtienen sus votos por la imagen que proyectan y no por las ideas que defienden.
Además, visto la cantidad de usuarios que ha podido acaparar, y la necesidad de muchos de hacerse notar, podría especular con los precios de visibilidad de los feeds, en parte se podría privatizar el servicio, siempre de forma que "el usuario toma sus propias decisiones". Y es aquí donde empieza el juego de la publicidad que tenemos en nuestras calles, donde nosotros "decidimos" cuál shampoo usar a pesar de que la publicidad nos asegura que con éste podremos tener rizos perfectos y con este otro cabelleras con más volumen; un mundo cuyos políticos obtienen sus votos por la imagen que proyectan y no por las ideas que defienden.
La humanidad es maravillosa y siempre está debatiéndose entre el bien y el mal. Podemos hacer la bomba atómica pero también podemos salvar a otras especies que están en extinción. Y al igual que hemos creado un mundo occidental controlado por el mercado, sacrificando a gran parte de la población, pudimos crear internet, un lugar fantástico e interminable donde se yergue la última de nuestras democracias, y quizás la más elaborada. Y es por eso que los mercados le tienen tanto miedo a esta libertad de opinión y acceso de información, porque hoy en día de una dictadura a una revolución hay sólo un tweet de diferencia, porque la generación YouTube se ha hecho de alguna forma más consciente de sí misma, al igual que menos ingenua, y esto es un arma de doble filo, porque en parte sabemos lo que nos parece equivocado y a la vez no todos nos creemos que podamos lograr un cambio real fuera de la red.
Podemos buscar por Google dónde está el lugar donde tenemos que ir y qué dirección debemos tomar, Wikipedia nos ilustra gracias a la colaboración de usuarios alrededor del mundo que la mantienen actualizada, ImDb recopila todo el material audiovisual que se ha creado por las diferentes industrias con el nombre de todo el equipo que participó y las fechas. En fin, es un lugar maravilloso esta democracia que tenemos en nuestras pantallas y que, a diferencia de lo que muchos creen, no es virtual, porque la comunicación se ha vuelto algo real y al fin y al cabo es un mundo online hecho todos los días por seres humanos.
A pesar de todos sus problemas que pueden derivar del encierro como el hecho de vivir en mundos irreales o ser más asociales, es un bien incalculable y por eso debemos luchar porque no nos lo quiten. Los seres humanos decidimos siempre cómo usar un invento, si para el bien o para el mal, e Internet nos está brindando la oportunidad de decidir por nuestra cuenta qué hacer con él.
Por eso tenemos que ir en contra del cierre de Megaupload y la posible privatización de Facebook, porque somos usuarios libres y tenemos que seguir siendo así, y no hay que pensar de esa forma idiota y capitalista que "es una empresa privada y puede hacer lo que quiere", porque el buen mercado vela por el consumidor y toda empresa que se ponga en el juego tiene también unos deberes, e iré más lejos: cada uno de nosotros que haga un descubrimiento tiene la obligación de compartirlo para seguir iluminando el camino de nuestra bellísima historia como raza. No podemos especular con el progreso: desde la cura del cáncer hasta el streaming de películas y series de televisión, debemos conseguir acuerdos que nos beneficien a todos pero nunca acaparar el conocimiento.
Ésta es una era iluminada por el acceso al conocimiento y depende de nosotros mantenerla y actualizarla, descubriendo cada vez más cosas y esparciendo esta mecha creadora. No sirve de nada hablar de lo bonito que era un pasado que nunca vivimos porque también el pasado tuvo su lado oscuro. Nuestro objetivo es aclarar lo más posible esta época y vivir la experiencia de estar vivos con todo lo que eso significa.
Giulio Vita
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